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Vehiculos eléctricos

Recomendaciones para transicionar hacia movilidad de cero emisiones en forma rentable.

Vehículos eléctricos

Exploramos las opciones tecnológicas para transicionar hacia movilidad de cero emisiones en forma rentable.

La mejora constante de la tecnología de las baterías, la expansión de la infraestructura de recarga y el apoyo continuo de los gobiernos han logrado que en apenas unos años los vehículos eléctricos pasen de utopía a una realidad.

En el Reino Unido hay más de 200.000 vehiculos eléctricos en las calles, en Noruega los vehiculos eléctricos representan más del 90% de las ventas totales, en Estados Unidos más de la mitad del transporte de carga se puede hacer con vehículos eléctricos que ya existen en el mercado. En la mayoría de las grandes ciudades de América Latina hay empresas que hacen la logística de la última milla con vehiculos eléctricos.

Este crecimiento no está motivado tanto por la reducción de impactos ambientales sino por un ahorro real de costos frente a los vehículos de combustión interna. Los costos de operación y mantenimiento de un automóvil eléctrico puede ser la mitad o hasta la cuarta parte que uno convencional.

Hoy en la mayoria de los paises ya están disponibles opciones de electromovilidad que son económicamente viables. Las alternativas en vehículos y tecnología de recarga son muchas y hay varios factores a tener en cuenta para elegir. Además, invertir en estas tecnologías puede ser caro, por eso explicaremos cómo construir un caso de negocio adecuado y repasaremos distintos programas de incentivos gubernamentales por pais.

Último pero no menos importante es cómo se usan los vehículos. Por eso repasaremos también las mejores prácticas para conseguir el mayor ahorro posible al emplear esta tecnología.

¿Qué son los vehículos eléctricos?

Dentro del universo de la electromovilidad hay distintas opciones tecnológicas, que pueden agruparse a grandes rasgos en cuatro clasificaciones:

  • Vehículos eléctricos de batería (VEB). También llamados vehículos eléctricos "puros". Son totalmente eléctricos, es decir, funcionan con electricidad y no tienen motor de gasolina, tanque de combustible ni tubo de escape. Deben enchufarse a una fuente de electricidad externa para recargar sus baterías.
  • Vehículo eléctrico híbrido enchufable (PHEV). Cuentan con un motor eléctrico y una batería que pueden cargarse enchufándolo a la red eléctrica, pero también tienen un motor de combustión interna que puede utilizarse para recargar la batería del vehículo o sustituir al motor eléctrico cuando la batería está baja. A diferencia de los PHEV, los vehículos eléctricos híbridos (HEV) no se enchufan para cargarse. En su lugar, generan energía a través del propio sistema de frenado del coche para recargar la batería, en un proceso conocido como "frenado regenerativo".
  • Vehículo eléctrico de autonomía extendida (E-REV). Tienen los mismos componentes que los PHEVS, pero difieren en el sentido de que las ruedas siempre son impulsadas por el motor eléctrico, y el motor de combustión interna actúa como generador para recargar la batería cuando se agota.
  • Pila de combustible de hidrógeno (FCEV) No se enchufa ni tiene baterías sino que es impulsado por una pila de combustible de hidrógeno, que genera electricidad emitiendo sólo agua.

Ninguna de las opciones es mejor que otra. La más adecuada va a depender de la aplicación a la que se destine.

Pero no sólo los vehículos de pasajeros puede electrificarse. Vehículos de carga cómo los autoelevadores, motocicletas o bicicletas pueden electrificarse. Muchas empresas están mirando más allá y electrificando vehículos pesados y vehículos de distribución urbana e incluso ensayando con pequeños vehículos para la logística de la última milla.

Opciones de carga de los vehículos eléctricos

La autonomía y la recarga solian ser el talón de Aquiles de los vehículos eléctricos, pero cada vez menos. La capacidad de las baterias está mejorando significativamente al mismo tiempo que se reducen los costos y hay vehículos que vienen preparados para enchufarse en cualquier tomacorrientes doméstico donde se pueda conectar una plancha.

Los sistemas de recarga se clasifican según el tiempo que demora la carga.

  • Cargadores ultrarápidos. Carga de media hora a una hora. Son cargadores de corriente alterna a partir de 43kW o cargadores de CC de 50kW, pero llegando hasta potencias de 150kW o 350kW. Este tipo de sistemas pueden cargar a la mayoría de los vehiculos en hasta el 70-80% de su capacidad total en 30 minutos, dependiendo del tamaño total de la batería.
  • Cargadores rápidos. Tardan entre tres y cuatro horas en cargar, con una potencia de 7kW a 22kW.
  • Cargadores lentos.: Son unidades de 3kW (en el rango de potencia que puede entregar un enchufe doméstico) a 7kW. Son una opción ideal para uso doméstico o en lugares donde se espera que el vehículo quede estacionado por la noche, por ejemplo, hoteles o el estacionamiento de una empresa de logística urbana. Suelen tardar entre 6 y 12 horas para un vehículo eléctrico de batería (VEB), o 2 a 4 horas para un vehículo híbrido (PHEV).

¿Por tiene sentido pensar en un vehículo eléctrico?

La electrificación no sólo es buena para el ambiente. Hay muchos casos de uso donde conviene por cuestiones estrictamente económicas.

Financieras

Si bien (por ahora) el costo de compra de los vehículos eléctricos es más alto que el de un vehículo a gasolina o diésel, los costos de operación son mucho más bajos. El costo total a lo largo de la vida útil tiende a favorecer al vehículo eléctrico. Kilómetro a kilómetro, son más baratos que un vehículo convencional de tamaño similar.

El ahorro esperado varía con el pais debido a que la relación entre el costo del combustible y el costo de la electricidad también varía. En Estados Unidos el costo de operación y mantenimiento de un vehículo eléctrico es de la mitad de un vehículo a gasolina. En Argentina puede bajar hasta la cuarta parte.

También hay ahorros en impuestos. La mayoría de los países eximen a los vehículos de bajas emisiones del pago de uno o más tipos de impuestos. En Reino Unido la mayoría están completamente exentos del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica y el costo dpuede deducirse del impuesto de sociedades. En ciudades con problemas de contaminación de aire suelen haber tasas que penalizan a los vehículos de combustión interna, pero no aplican a los eléctricos. Estos ahorros pueden ser significativos.

Por último, también es común que haya lineas de financiamiento especial, más blandas, para la adquisición vehiculos eléctricos.

Vemos cómo la decisión no pasa solamente por el costo de adquisición sino que hay que incorporar muchas otras variables. Más adelante explicaremos cómo cuantificar el costo total a lo largo del vida útil del vehiculo

También presentaremos algunas de las fuentes de financiación disponibles en los paises de Latinoamérica para que las empresas puedan afrontar más fácil el costo inicial.

Operativas

Para las empresas que están pensando en incorporar vehículos eléctricos, resolver los puntos de carga es casi tan importante cómo el vehículo en si.

Los cargadores lentos probablemente sean la mejor opción. La autonomía de los vehículos para uso urbano ya llega sin problemas a los 300 kilómetros, suficiente para un dia de trabajo. Luego puedan cargarse durante la noche y estar listos al día siguiente.

Los cargadores lentos funcionan en tomacorrientes domésticos, por lo que no hace falta instalar infraestructura de carga. No obstante es necesario verificar que el tendido eléctrico propio soporte la potencia máxima que tenemos previsto cargar. Esto es importante sobre todo si tenemos pensado cargar varios vehículo al mismo tiempo. Tener disponibles varios puertos de cargas también hará más fácil la transición para aquellos empleados que estén pensando en comprar vehículos eléctricos.

Cargar por la noche tiene otras ventajas. En la mayoría de los paises las tarifas de electricidad son más baratas en horas de la madrugada.

Ambientales

Para las empresas que quieren reducir su Huella de Carbono la incorporación de vehículos eléctricos es una pieza clave en la estrategia de descarbonización. Impacta directamente en la reducción de emisiones de Alcance 1, pero también sobre las de Alcance 3 si se contratan servicios de empresas que usan electromovilidad (Categorias 4 y 9) o se promueven los viajes de los empleados en vehículos eléctricos.

Vale aclarar que no se reducen esas emisiones a cero, puesto que se reemplaza el consumo de combustible por el uso de electricidad, que también genera emisiones pero en mucho menor escala. El saldo sin dudas será favorable.

Pero los beneficios van más allá del menor impacto en el Cambio Climático. La combustión genera otras emisiones nocivas para el ambiente y las personas, entre ellas el dióxido de nitrógeno (N2O) que además de ser un Gas de Efecto Invernadero es un contaminante que afecta la calidad del aire, generando problemas serios para la salud y que suele ser un problema en zonas urbanas.

Muchas ciudades están restringiendo el uso de autos en zonas céntricas o penalizándolos con mayores tasas. Los autos eléctricos están eximidos justamente por no generar estos impactos.

Por último, y no menor, es el hecho de que son sumamente silenciosos.

Mantenimiento

Los autos con motores de combustión interna son extremadamente complicados. Convertir una explosión en un movimiento circular continuo demanda una cantidad muy grande de piezas sometidas a esfuerzos extremos. La cantidad de roturas y la necesidad de mantenimiento es directamente proporcional.

Los autos eléctricos son el caso opuesto. No necesitan de transimisión, de caja de cambios y el movimiento que genera el motor es de por sí continuo y circular. El resultado es que necesitan muchísimo menos mantenimiento y los costos asociados son sensiblemente menores. No sólo en repuestos y mano de obra, sino en tiempos perdidos.

Otro dato no tan comentado es que un motor de combustión interna tiene una eficiencia máxima teórica del orden del 25%. De cada cuatro litros de combustible desperdicia tres. No importa cuánto mejore la tecnología no se puede superar este valor.

Diametralmente opuesto es el caso de un motor eléctrico. Cualquier motor eléctrico parte de una eficiencia del 95%, y ese valor tiende a acercarse al 100% a medida que pasan los años.

Comprender si los VE son adecuados para su propia flota

Vimos la gran cantidad de ventajas que tienen los autos eléctricos. Sin duda son una tecnología superior a los vehículos actuales y todo apunta a que serán la opción por defecto de acá a algunos años.

De todas formas al día de hoy tienen algunas barreras que superar y cada empresa deberá evaluar pros y contras para ver si hoy ya se ajustan a su necesidad.

A la hora de evaluar la incorporación de vehículos eléctricos en su flota recomendamos tener en cuenta los siguientes puntos:

Carga y autonomía

Sin dudas hoy el mayor reto es la autonomía y el miedo que se genera a que el conductor se quede tirado sin poder encontrar un punto de recarga.

Aunque ya hay modelos que han viajado sin problemas más de 1000 kilómetros en condiciones reales de ruta con una sola carga, la realidad es que los valores típicos van entre 100 y 300 kilómetros.

En los paises de Latinoamérica con sus grandes distancias y la (por ahora) baja densidad de puntos de carga es una preocupación real y hace que descartemos de plano la opción de electromovilidad para viajes interurbanos.

Para vehículos que se mueven dentro del ámbito urbano la situación es distinta. La mayoría recorre distancias en el rango de 100 a 300 kilómetros y la opción de usarlos durante el día y recargar por la noche es realista.

Para quienes necesiten un poco más de autonomía es cuestión de esperar un par de años. Al ritmo que viene mejorando la tecnología los vehículos eléctricos estarán compitiendo con los convencionales en poco tiempo.

Tipo de uso

La autonomía depende mucho de la carga que transporta el vehículo y la velocidad media. A más carga o más velocidad menor autonomía. Por lo tanto aquellas empresas que los usen para distribuir productos o que recorran tramos en autopistas o vías rápidas deberán tenerlo en cuenta a la hora de la decisión.

Para hacer frente a esta situación muchos fabricantes están lanzando modelos especialmente pensados para transportar cargas en ámbitos urbanos, agregando más capacidad en las baterias. Estos modelos están resultando muy populares en empresas que hacen repartos dentro de la ciudad, más aún en la logística de la última milla.

En cualquier caso es importante tener en cuenta el caso de uso y evaluar si el vehículo puede cumplir con esas expectativas.

Respuesta del personal

Los conductores suelen ser los primeros en valorar el cambio a un vehículo eléctrico por los menores niveles de ruido y el confort en la conducción. Hay cientos de casos y anécdotas de conductores que eran reacios al cambio hasta el momento en que empiezan a conducir su nuevo vehículo.

Pero siempre hay excepciones y hay que anticiparse a ellas.

Puede ser necesario capacitar a los conductores para que puedan usar los vehículos de forma óptima y la transición les resulte sencilla.

Checklist para tomar una buena decisión

El primer paso en la transición es hacer una pequeña evaluación interna para decidir si es el momento adecuado para el cambio. Algunas preguntas para hacerse son:

  1. ¿Quienes son los empleados (o de qué puestos) que hacen viajes de trabajo?
  2. ¿Qué vehículos se utilizan actualmente para esos viajes? ¿Qué características los hacen adecuados?
  3. ¿Cuál es el rendimiento del combustible y cuantas emisiones generan por kilómetro?
  4. ¿Qué distancia recorren al día y con qué frecuencia?
  5. ¿Existen requisitos especiales para los conductores o para los vehículos?
  6. ¿Es el vehículo actual la opción más conveniente?
  7. ¿En cuanto tiempo se repaga la compra de estos vehículos?
  8. ¿Cuánto gasta actualmente la empresa en combustible?
  9. ¿Cuánto gasta actualmente la empresa en mantenimiento?

Es importante responder estas preguntas en base a datos, por ejemplo del registro de mantenimientos o del sistema de gestión de la empresa. Si esos datos no están disponibles es mejor tomarse unos meses para generar esas estadísticas para poder evaluar la compra correctamente.

Cómo construir el caso de negocio

¿Cuánto dinero puede ahorrarle a la empresa el cambio a un vehículo eléctrico?

Para responder hace falta comparar los distintos costos que se dan a lo largo de la vida útil de un vehículo convencional frente a uno eléctrico, no sólo el costo de adquisición.

La siguiente tabla da un ejemplo con valores reales para automóviles. Se parte de la base de que ambosse alquilan durante 3 años y recorren 20.000 millas al año.

| Coche familiar pequeño eléctrico Coche familiar pequeño diésel |:--| --: | --: | | Valor del vehículo (nuevo)| USD 31495 | USD 23360 | | Subvención: 3.500 dólares. 0 dólares. | Capacidad de batería o tanque: 40 kWh, 50 litros. | Autonomía típica: 168 millas, 630 millas. | Emisiones del combustible: 0 gCO2 /km, 104 gCO2 /km | Emisiones de la red: 47 gCO2 /km, 0 gCO2 /km | Valor residual: 10400 dólares, 7700 dólares. | Coste de depreciación: 17595 dólares, 15660 dólares. | Coste de mantenimiento: 1.200 dólares, 1.700 dólares. | Coste de combustible: 3.090 dólares, 7.900 dólares. | Coste de uso: 0,351 USD/milla, 0,393 USD/milla. | Coste total de vida útil: 21070 dólares, 23560 dólares. | Emisiones en uso | 4548 kgCO2e | 10065 kgCO2e |

Subvenciones y financiación disponibles

Próximamente.

Otras formas de reducir emisiones en vehículos

Electrificar no es la única opción. De hecho reducir la cantidad de viajes a través de una mejor planificación es mejor desde el punto de vista ambiental y seguramente reduzca costos.

Monitoreo remoto

Muchas empresas están usando el monitoreo remoto para hacer un seguimiento en tiempo real de la posición y del comportamiento del conductor. Hay desde opciones sencillas, como un navegador por satélite en un coche, hasta otras complejas, como los sistemas utilizados en las grandes flotas de camiones.

Cualquiera de ellas fomenta el ahorro de combustible a través de varios métodos. Dos de ellas son:

  • las recomendaciones de recorrido en tiempo real que sugiere la ruta más corta o más rápidas
  • información en directo al conductor cuando acelera o frena demasiado.

La información capturada por el sistema puede usarse despues para dar información o formación a los conductores, o para reducir los costes del seguro y fomentar una conducción más segura dentro de su flota.

Viajes compartidos

Una buena alternativa para reducir emisiones asociadas a los viajes de empleados (Categoría 7 del Alcance 3).

Hay aplicaciones móviles que hacen más fácil coordinar los viajes compartidos en autos. Entre las funciones están avisar sobre la posición del auto, hacer un seguimiento del kilometraje y automatizar el pago.

El hecho de que el conductor regrese a la oficina entre un uso y otro significa que los vehículos eléctricos son muy adecuados para los vehículos compartidos.

Mejores prácticas para la gestión de su flota

Incorporar buenas prácticas de gestión de flota ayuda a controlar costos, kilometrajes y emisiones.

Aunque todas las flotas son diferentes muchas de las oportunidades son compartidas. Aquí proponemos varias para que cada una tome las que le resulten más relevantes. Aplican tanto a vehículos eléctricos cómo convencionales.

  1. Tener una política de flota. Que cuente con la aprobación de la alta dirección, fijando objetivos de eficiencia de combustible, de reducción de kilometraje, actividades de formación de los conductores y mantenimiento de los vehículos.

  2. Designar un responsable. Tener "campeones" (gestores) dedicados a optimizar el uso de la flota de niveles cercanos al operativo. Su responsabilidad debiera estar claramente asignada y supervisada desde el nivel superior

  3. Vehículos eficientes: Tener identificados los valores de eficiencia de combustibles y emisiones de cada vehículo, así cómo el coste del ciclo de vida. En el caso de servicios externos generar incentivos para aquellos que usen vehículos de bajo nivel de emisiones de carbono u optar por aquel que use los vehículos de menores emisiones.

  4. Sistemas integrados de contabilidad del combustible. Por ejemplo, tarjetas de combustible, gestión centralizada del gasto. Política de reembolso de combustible son un buen incentivos a la conducción eficiente y la reducción del kilometraje. En algunos países los biocombustibles son una opción que existe.

  5. Registro del rendimiento de los conductores. Por ejemplo, eficiencia del combustible, kilometraje por recorrido, incidentes como frenadas bruscas; datos sobre el combustible y el kilometraje de los vehículos individuales; informes comparativos mensuales; uso de puntos de referencia; tabla de clasificación de los conductores; objetivos e indicadores clave de rendimiento de la flota; objetivos e indicadores clave de rendimiento de los conductores; comunicación de los resultados.

  6. Sistemas telemáticos. Incluido el seguimiento por GPS para la gestión de la flota; control de los conductores; sistemas de información que proporcionan a los conductores información y orientación en directo sobre su comportamiento al volante; limitadores de velocidad.

  7. Incentivar el cambio modal. Planificar las rutas de las flotas de transporte; compartir el coche; cargar de nuevo/evitar los trayectos en vacío; optimizar la carga; incentivar el transporte público/el trabajo en casa/las teleconferencias; subcontratar el transporte/la asociación/la subcontratación; mejorar los servicios de asistencia a distancia.

  8. Módulos de formación para conductores. Ampliando el tema de salud y seguridad para incluir la conducción eficiente; formador interno/campeón de conducción eficiente; incentivar la conducción eficiente.

  9. Innovación. Tecnologías novedosas para mejorar la aerodinámica, como faldones, airtabs, etc.; trenes de tracción alternativos; consideración de formas innovadoras de transporte de mercancías; infraestructura para infraestructura para trenes de propulsión alternativos, como puntos de recarga; tecnologías para prestar servicios a distancia; infraestructura de red de distribución innovadora; refrigeración eficiente (por ejemplo, aire líquido); neumáticos de baja resistencia.

  10. Política de mantenimiento. Incluye el objetivo de eficiencia del combustible; los intervalos de mantenimiento regulares obligatorios; el control de la presión de los neumáticos y la educación.

Cómo seguir

Si está interesado en empezar la transición acá hay una hoja de ruta que puede ayudarlo.

  • Paso 1: Evaluar su flota. Audite y evalúe su flota actual y sus viajes de negocios. ¿Son sus operaciones adecuadas para los vehículos de bajas emisiones? ¿Qué vehículos eléctricos son los más adecuados? ¿Existen áreas en las que actualmente se encuentre por detrás de las mejores prácticas?

  • Paso 3: Priorizar las acciones: si hay un caso convincente para cambiar a los vehículos eléctricos, trabajar con el personal para entender sus necesidades y educarles en los beneficios de los vehículos eléctricos y la mejor manera de utilizarlos.

  • Paso 2: Identificar las oportunidades. Elabore el caso de negocio para cambiar a los vehículos eléctricos, incluyendo si necesitará instalar puntos de carga, e investigue las ayudas disponibles. El Fondo para Empresas Ecológicas de Carbon Trust puede ofrecer asesoramiento gratuito a las PYMES para la implantación.

  • Paso 4: Aplicar el plan de acción. Cambie a los vehículos eléctricos para ahorrar dinero y reducir las emisiones de carbono.

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