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Recomendaciones para reducir emisiones en el transporte de cargas por carretera.
Las emisiones generadas por el transporte de materias primas y productos terminados suelen representar una parte sustancial de la Huella de Carbono en empresas industriales y, por supuesto, en aquellas del rubro de transporte.
En las primeras habitualmente forman parte del Alcance 3 (Categoría 4: Transporte y distribución upstream y Categoría 9: Transporte y distribución downstream). En las segundas forman el grueso de las emisiones dentro del Alcance 1.
La primera línea de las acciones de descarbonización de estas emisiones pasan por mejorar la eficiencia en el uso de combustible. Son las acciones más sencillas y de bajo costo y permiten pensar en una reducción de emisiones del orden del 25% combinadas.
Establecer un sistema de control de consumo es esencial para una gestión eficaz del combustible. Lo que no se mide no se puede gestionar ni mejorar. Para llevar a cabo este seguimiento periódico del consumo, registrando la unidad, el conductor, el tipo de carga transportada y la ruta, y completando una planilla de control de combustible por cada vehículo.
Fecha | Kms iniciales (A) | Kms finales (B) | Litros cargados (C) | Consumo (lts/100km) |
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25/04/2024 | 1259 | 2584 | 280 | 21.1 |
Con esta información, se pueden generar indicadores de consumo estandarizados, que incluyen:
Una opción más avanzada es el uso sistemas de telemetría. La telemetría permite obtener datos de la central electrónica del motor (ECU) para monitorear indicadores de consumo, velocidades, rpm, marchas, entre otros. Los resultados pueden visualizarse en tiempo real y generar información sobre el perfil del conductor que servirá para realizar una capacitación más específica.
La elección de un vehículo puede representar hasta un 15% de ahorro de combustible. Por ejemplo, la caja automática corrige la reducción ineficiente y permite un ahorro del 5%.
Antes de comprar un vehículo, es importante preguntarnos: • ¿Qué tipo de uso tendrá el vehículo? • ¿Qué tipo de carga transportará? • ¿Qué clase de semirremolque estará asociado a él? • ¿Por qué tipo de rutas circulará? ◦ ¿Cuáles serán las velocidades predominantes? ◦ ¿Cuál es la topografía predominante de la ruta asignada a la unidad? ¿Que tipo de combustible utilizará?
El vehículo de carga es una herramienta de trabajo y debe recibir mucho cuidado técnico para que pueda operar con confiabilidad y seguridad. El mantenimiento es clave para el funcionamiento.
Mantenimiento preventivo: • Es la forma más económica para mantener el vehículo en buenas condiciones • Llevar el vehículo al taller brinda confiabilidad técnica • Evita imprevistos que afecten el presupuesto • El vehículo con piezas desgastadas, consume más combustible de lo normal, pierde rendimiento y seguridad operacional
Mantenimiento predictivo: • Los componentes son revisados o reemplazados antes de mostrar cualquier desperfecto de acuerdo a la información estadística de fallas de los mismos.
Mantenimiento correctivo: • Es cuando el vehículo está descompuesto y requiere reparación • No es la opción más recomendable • Es más costoso en términos de consumo de combustible y reparación
Filtro de aire: Un filtro sucio genera temperaturas más altas, demandando mayor trabajo para el enfriamiento. Esto incrementa el consumo de combustible hasta un 1,5%.
Filtro de aceite: La falta de reemplazo periódico o cambio de aceite disminuye la capacidad de retener impurezas, ocasionando daños importantes en el motor y aumentando el consumo de combustible hasta un 0,5%. Se recomienda cambiar este filtro al menos una vez al año.
Filtro de combustible: La falta de mantenimiento puede incrementar el consumo hasta un 0,5%, debido a que la bomba debe hacer más fuerza para llevar el combustible al motor y eventualmente no se contará con la cantidad necesaria ante una exigencia de aceleración al motor, lo cual generaría una combustión incompleta, es decir, donde no se aprovecha toda la energía disponible. Se recomienda cambiarlo, si es posible, a la mitad de los kilómetros aconsejados por el fabricante.
Reducción potencial de consumo de combustible: 2,5%.
Los efectos combinados de la utilización de baja viscosidad para motores y cajas de cambio permiten aumentar el rendimiento de los vehículos en al menos un 3%.
Los lubricantes sintéticos de baja viscosidad para motores y cajas de cambio permiten aumentar la eficiencia en el consumo de combustible en cerca de un 3%, lo que para un camión interurbano representa un ahorro de alrededor de 1.800 litros de combustible y 5 toneladas de CO2 cada año. (Móbil Colombia 2017)
1.2.a) Presión adecuada de los neumáticos
¿Cuál es la presión adecuada de un neumático?
Una presión adecuada no solo reduce la resistencia a la rodadura, sino que también brinda mayor seguridad en la conducción, pues se tiene menor riesgo de que el neumático reviente y mejora el agarre en las curvas. Si la presión de los neumáticos es un 10% menos de la óptima, el consumo de combustible será 1% mayor.
La resistencia a la rodadura también es generada por el desgaste de la cubierta. Según pasa el tiempo, la rueda se deforma (perdiendo el dibujo), y se desliza más en la vía.
Por lo tanto, las recomendaciones del mantenimiento son:
• Controlar la presión de todos y cada uno de los neumáticos:
Diariamente de manera visual
Semanalmente o cada 5.000 km, midiendo su presión
Aplicar líquido anti-pinchazo de manera preventiva: Se aplican en todos los neumáticos para evitar la pérdida de presión en ruta ante un pinchazo Sistema de inflado automático: utiliza el aire comprimido del sistema del aire del remolque (o un depósito auxiliar) para evitar la variación de presión en un pinchazo Sistema de monitoreo de presión de neumáticos: Permite saber, desde el interior del vehículo, la presión y temperatura de los neumáticos y así detectar a tiempo un cambio drástico de presión o pinchazo Inflado con nitrógeno seco: Mejora la estabilidad de la presión y temperatura. Alarga la vida útil del neumático.
◦ Verificar la uniformidad de las ruedas:
Se deben evitar las diferencias de deformación entre las ruedas de tracción y las de apoyo (o agarre) Control de alineación, balanceo y rotación de los neumáticos: Evita el desgaste irregular de las bandas y mejora la resistencia a la rodadura.
Reducción potencial de consumo de combustible: 2%
Un neumático sencillo de base ancha reemplaza a dos neumáticos tradicionales duales, reduciendo la resistencia a la rodadura y el peso del camión, contribuyendo a su vez a la reducción del consumo de combustible.
Existe una disminución importante del peso y banda de rodadura. De aquí que, la potencia requerida para mover el vehículo sea menor, reduciendo el consumo energético.
Reducción potencial de consumo de combustible: 5%
La correcta alineación del vehículo es necesaria para que exista un desgaste parejo de la banda de rodamiento del neumático y una dirección precisa. Una falta de alineación de las ruedas (especialmente las delanteras) trae como consecuencia un contacto inadecuado de la banda de rodadura del neumático contra la calzada, generando desgastes desparejos en la banda y un acortamiento de la durabilidad del mismo.
La mayoría de los fabricantes recomiendan realizar una alineación de las cuatro ruedas por lo menos dos veces al año o cada 10.000 km. También se debe alinear un vehículo en estas situaciones:
• Después de comprar un conjunto de neumáticos nuevos • Después de un choque, accidente o pasar sobre un gran bache • Al reemplazar partes de la dirección • Si usted siente que su vehículo está tirando hacia un lado cuando se conduce • Si los neumáticos se están gastando de manera desigual o producen ruido en los giros
El balanceo, por su parte, es necesario para reducir la vibración del volante ocasionado por la distribución desigual del peso en los neumáticos. Si usted siente una vibración que
no estaba allí el día anterior, es probable que alguna de las ruedas se haya desbalanceado; si la vibración se presenta en la dirección, el problema es probablemente en una rueda delantera, si la vibración es principalmente en el asiento, el problema es probablemente en la parte trasera. Se recomienda balancear un vehículo en estas situaciones:
◦ Después de comprar un conjunto de neumáticos nuevos ◦ Después de un choque, accidente o pasar sobre un gran bache ◦ Al reemplazar la suspensión ◦ Si se siente vibración en el volante y el asiento a ciertas velocidades ◦ Si se presenta un patrón de desgaste en forma de copa en los neumático
Reducción potencial de consumo de combustible: 3 a 6%
El proceso de entrega de mercancías implica (en la mayoría de los casos) el ingreso a centros urbanos, los cuales se caracterizan por sus problemas de congestión. Esto produce un aumento de la contaminación y de los costos logísticos, pues los vehículos permanecen mucho tiempo encendidos sin avanzar, consumiendo combustible y requiriendo tiempo para desplazarse de un lugar a otro; afectando la calidad de vida de conductores y otros ciudadanos.
La carga y descarga nocturna consiste en programar las entregas por fuera de las horas de mayor congestión. Aunque puede ser un poco complejo por requerir el cambio de horario de trabajo de despachadores y receptores de carga, es una solución que ha resultado ser muy beneficiosa.
Un estudio piloto en Bogotá, Colombia (entre noviembre de 2015 y marzo de 2016) comprobó que la carga y descarga de mercancías en horas de la noche aumentó la velocidad de la operación, ahorró 50% en el tiempo de desplazamiento de los vehículos de carga y redujo 35% el costo de las operaciones logísticas de las empresas.
Reducción potencial de consumo de combustible: 30%
1.4. Buenas Prácticas: conducción eficiente
La conducción eficiente tiene importantes beneficios que se reflejan directamente en un menor consumo de combustible, es decir, menos gasto energético, y adicionalmente, conlleva otros beneficios asociados:
◦ Menores costos del viaje, ◦ Menores costos en mantenimiento del vehículo, ◦ Menor contaminación del medio ambiente, ◦ Menos estrés durante la conducción, ◦ Mejora en la reputación de tu empresa y ◦ Mayor seguridad y baja en la siniestralidad
Una conducción eficiente alarga la vida útil del vehículo y reduce el consumo de combustible. Una mayor anticipación para evitar aceleraciones y frenadas innecesarias es una de las técnicas más importantes.
En el movimiento de un vehículo la energía es necesaria por dos razones principales: acelerar el vehículo y superar la resistencia del aire. La resistencia del aire es bastante insignificante a bajas velocidades.
Aceleraciones y desaceleraciones sucesivas afectan severamente el consumo. Por ejemplo, ir variando entre 75 km/h y 85 km/h cada 18 segundos puede aumentar el rendimiento de combustible en un 20 %. (Natural Resources Canadá NRCan, 2016). Una
velocidad moderada y estable requiere menos energía. La potencia máxima de un motor sólo se utiliza durante aceleraciones fuertes o a velocidades altas. Cuando un vehículo frena, la energía se pierde. Conducir de manera constante, evitando aceleraciones y frenadas innecesarias reduce el consumo de combustible.
También existe un rango de velocidades óptimas para cada tipo de vehículo donde, si se mantiene una marcha constante, se viaja consumiendo la cantidad de combustible más baja posible. Este ahorro solo se da entre los 50-80 km/h y se pierde en velocidades más bajas o más altas (NAP, 2010). Además de la reducción de la velocidad en las carreteras argentinas (normalmente circulan a más de 80 km/h), se aconseja:
• Circular en el cambio más largo y a bajas revoluciones • Mantener la velocidad de circulación lo más uniforme posible • En los procesos de aceleración, pasar de cambio entre 1500 y 2000 en los motores diesel • Conducir con anticipación y dejando espacio para anticipar las maniobras de otros conductores • Recordar que mientras no se pisa el acelerador, manteniendo una marcha engranada, y una velocidad cercana a los 50 km/h se obtiene el mayor ahorro de combustible • Evitar arranques y paradas repentinos • Evitar el funcionamiento del motor en ralentí
Las capacitaciones periódicas en conducción eficiente son importantes para evitar que los conductores vuelvan a sus hábitos tradicionales manteniendo y aumentando los niveles de ahorro en combustible. También se ha demostrado, que si los conductores son entrenados adecuadamente se podrían obtener ahorros en mantenimiento de los vehículos y reducciones considerables en los costos de la flota.
A su vez, para consumir menos combustible es necesario aprovechar las inercias del vehículo, es decir, en lo posible no detenerse o solo usar el freno en caso que sea necesario, ya que el arranque es el momento de mayor consumo. En la frenada, esto significa frenar con anticipación siempre que sea posible, ayudándote con la caja de cambios al ir reduciendo marchas una tras otra o manteniendo un cambio puesto (sin pisar el embrague ni pasar a la posición neutro), también se puede utilizar el freno motor y usar menos el freno convencional. Estas prácticas reducen la inyección de combustible, por lo que tu consumo final será menor. En camiones existen dos tecnologías de freno motor que se habilitan mediante comandos específicos y se activan al levantar el pie del acelerador: en una se liberan los gases de compresión de los pistones del motor cuando estos están en la parte superior de los cilindros, esto produce un vacío que frena el movimiento de los pistones y la velocidad de giro del cigüeñal. En la otra se obstruye la salida de gases del motor, haciendo que los cilindros produzcan una presión que impide el ascenso y descenso de los pistones.
Reducción potencial de consumo de combustible: 10% para interurbano y 15% para urbano aproximadamente
1.5. Eliminación del ralentí
El consumo de combustible durante el ralentí ronda los 2 litros por hora dependiendo del tipo de motor. Este consumo normalmente no es considerado por los transportistas, por tanto el costo real del transporte es más alto que el estimado. Adicionalmente, mantener el vehículo en ralentí por más de 3 minutos, puede ensuciar los inyectores y hacer que el motor pierda potencia y eficiencia.
Eliminación del ralentí
Los conductores de camión que esperan cargar o descargar en las instalaciones logísticas tienden a dejar sus motores en ralentí para encender la calefacción o el aire
acondicionado, radios y otros equipos electrónicos, por la antigua creencia de que el ralentí es bueno para el motor, por comodidad o por costumbre.
Por lo tanto, es importante capacitar a los conductores, brindar instalaciones donde puedan descansar y refugiarse del frío, buscar alternativas auxiliares de calefacción o refrigeración cuando el vehículo esté detenido (calefacción y acondicionador de aire autónomos) establecer metas de operación máxima admisible en ralentí o apagado automático del motor, entre otras.
Reducción potencial de consumo de combustible: 4%
1.6. Tecnología de eficiencia energética aplicada al transporte 1.6.a) Mejoras aerodinámicas
Secciones para implementar las mejoras aerodinámicas
Las mejoras aerodinámicas buscan reducir la resistencia del aire al avance del camión vehículo. Debido a que la resistencia aerodinámica tiene mayor incidencia en velocidades altas, las mejoras aerodinámicas son más convenientes en ruta. Por lo tanto, es importante evaluar el porcentaje de operación que cada camión tiene en ruta y estimar así los ahorros.
Existen tres secciones de la combinación tractor-remolque donde se pueden realizar estas mejoras: (i) el tractor, (ii) la separación tractor-remolque; (iii) el remolque. Algunos ejemplos son:
• Deflectores de cabina • Capó/parrilla aerodinámica • Paragolpes aerodinámicos • Espejos retrovisores aerodinámicos • Extensión de cabina a tractor • Cubierta del chasis • Faldón de remolque • Estabilizador de vórtice
Reducción potencial de consumo de combustible: 12%
1.6.b) Aire acondicionado y calefacción autónomos
El aire acondicionado y la calefacción son también denominados “cargas accesorias” (OECD, 2011). La energía consumida por estas puede ser hasta el 12% de la energía disponible en un camión (IEA 2012).
El ahorro de energía responde a que, tanto el aire acondicionado como la calefacción, dependen de la energía del motor para funcionar, y por tanto, los conductores tienden a dejar encendido el vehículo para continuar utilizando estos servicios. En este sentido, la electrificación de las cargas auxiliares a través de baterías externas puede reducir hasta un 50% de la energía necesaria para su funcionamiento (OECD, 2011; NAP, 2010)
Reducción potencial de consumo de combustible: 1 - 4%